El skincare es un hábito que muchas mujeres han aprendido a adquirir los últimos años. Es una nueva tendencia busca fomentar el cuidado de la piel del rostro como parte del día a día y sobre todo, buscar mantener la juventud. El brillo, la esencia y la perfección está en la forma en que cuidamos nuestra cara. Ante ello, existen millones de cremas, procedimientos y rutinas. Si quieres comenzar en este mundo del skincare y quieres ir por un camino sencillo, te presentaremos los pasos más básicos para lograrlo. ¿Estas listas? Aquí vamos:
Paso a paso de una rutina clásica de skincare
El skincare es todo un arte. Te recomendamos primero asistir a un dermatólogo que te recomiende cremas en específico según sea la condición que presente tu piel. Varía desde lo seca o grasosa que sea, si tiene o no acné. Es importante que te conozcas antes de tomar una decisión. Una vez cumplas con el protocolo previo, puedes comenzar felizmente el mundo del skincare. Aquí el procedimiento básico de cómo iniciarlo:
Primer paso: limpieza
Es uno de los pasos fundamentales. Así como se deben lavar los instrumentos antes de hacer cualquier tratamiento de uñas o cabello, así también debe suceder con la piel del rostro. Debe estar limpia, sin residuos ni maquillaje. Este es uno de los pasos más tediosos y complicados, ya que a muchas personas suele costarle adquirir esta disciplina. Limpiar el rostro es una religión, un hábito y un estilo de vida. Debe limpiarse tanto en las mañanas como en las noches.
El rostro limpio significa que tiene los poros libres y puedes respirar. Así también, durante el proceso de limpieza no solo se usa agua normal, sino que recomiendan usar desmaquillantes o agua miscelar, que ayuda a hacer un proceso de limpieza profunda. Algunos hacen la limpieza de skincare solo con las manos y otros suelen usar toallas pequeñas o algodones.
Segundo paso: exfoliación
No, no es lo mismo que la limpieza, aunque algunos suelan confundirlo. Este paso debe hacerse en pocas ocasiones, puede hacerse al menos una vez a la semana de acuerdo al tipo de piel, pero hay dermatólogos que recomiendan hacerlo una vez al mes, para dejar un tiempo prudencial de regeneración. La exfoliación es el proceso para eliminar el exceso de piel muerta y sucios que puedan encontrarse dentro de los poros que estaban abiertos.
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Tercer paso: tonificación
Y no, no es un tonificar como los músculos. En este paso se aplica una crema o aceite llamado tónico, preferiblemente uno que no contenga alcohol porque puede ser abrasivo para la piel. Esto ayuda a regular el nivel del pH y así, tener un mejor efecto de los productos que le procedan, para así tener una piel más saludable. Es una forma de preparar la piel para el tratamiento que se le aplicará, con una dosis exacta de vitaminas y antioxidantes. Y por supuesto, el tónico ayuda a humectar e hidratar la piel, dándole mayor vida y brillo.
Cuarto paso: sérum
Este es recomendado para adultos mayores a los 30 años, sin embargo, usarlo desde un poco antes no está de más. Es una especie de suero que ayuda a que la piel sea capaz de absorber los nutrientes hasta sus capas más profundas. Tiene ingredientes activos y de alta penetración, no es grasoso por lo cual es ideal que lo usen, aunque vayan a maquillarse. Es uno de los productos de acción más rápida, por lo que sus resultados suelen verse con gran rapidez y le dan al rostro una mayor firmeza.
Quinto paso: contorno de ojos
Más de una vez seguro te habrás quejado de tus ojeras o bolsas bajo los ojos. En este caso, el contorno de ojos es un producto fundamental en tu rutina indispensable de skincare. Los parpados son una de las zonas más delicadas, incluso, el resto de los productos de skincare no suelen aplicarse allí por su alta sensibilidad. Por ello, el contorno de ojos ayuda a fortalecer la piel, darle mayor elasticidad y prevenir el envejecimiento prematuro del rostro.
Sexto paso: hidratación
Si bien todos los productos del proceso de skincare llevan intrínseco la hidratación, es bueno aplicarse una crema especifica para ello. No, no es lo mismo la crema corporal a la facial. Esta debe estar inclinada a las necesidades de cada piel (por ello la necesidad de asistir primero a un dermatólogo), ya que varía del nivel de resequedad, grasa e incluso la edad que tengas interviene en la decisión. No compres cremas solo por recomendaciones de internet o redes sociales, certifica primero con un profesional.
Séptimo paso: protector solar
El último paso, pero el más importante de todos. Al finalizar, sin importar la época del año en que te encuentres, es importantísimo usar protector solar. Este debe ser protector facial contra rayos UV y UVA. Esto ayuda a que se eviten las manchas, quemaduras, envejecimiento, empeoramiento de un proceso de acné e incluso resequedad en la piel. El sol tiene muchos beneficios a ciertas horas del día, pero en otras puede ser el peor enemigo del hombre. Protege tu rostro, protege tu salud.
Conclusiones
Estos son los pasos más sencillos de cualquier proceso de skincare. Un rostro saludable crea hábitos y rutinas. No tengas miedo a comenzar, porque una vez visualices los resultados tu autoestima aumentará de forma exponencial. Cuidar la piel del rostro es todo un proceso sagrado del que todos deberían estar comprometidos. Una vez más, te recomendamos primero asistir a un dermatólogo, investigar mucho sobre estos productos y dar el primer paso. ¿Ya sueles llevar a cabo tu rutina de skincare? ¿Qué otro paso añadirías a esta lista? Deja tu respuesta en los comentarios.