¿Eres de esas personas que, por obligación o por devoción, consumen gran parte de las horas del día (y de la noche) fijando su atención en una pantalla?
Si es así, sigue leyendo para saber cómo puedes proteger los ojos y evitar sufrir alguno de los trastornos oculares (y no oculares) que describimos a continuación.
Efectos de las pantallas luminosas en la salud ocular y en la general
Mirar fijamente una pantalla emisora de luz durante horas puede hacer que tus ojos se resequen, se irriten e incluso provocar que tengas la sensación de que hay arenilla en la cavidad ocular. La fatiga visual es otro de los trastornos más habituales.
Ese conjunto de síntomas conforma lo que los oftalmólogos denominan síndrome del ojo seco y está directamente relacionado con la reducción de la frecuencia de parpadeo cuando las personas se concentran ante una pantalla.
Se sospecha que en la aparición del ojo seco también influye, de alguna manera, la radiación luminosa emitida por las pantallas.
En adición, concentrarte durante horas en la pantalla puede provocarte cansancio mental y dolores de cabeza.
Hábitos y medidas de protección ocular ante las pantallas
Si pones en práctica las siguientes medidas, evitarás todos esos trastornos visuales y que el síndrome del ojo seco deje de ser ocasional para convertirse en crónico:
1. La regla del brazo extendido
Nunca sitúes la pantalla del ordenador a una distancia inferior a la de tu brazo extendido. Esa distancia es aproximadamente de 40 centímetros, la mínima recomendada por los oftalmólogos.
Eso sí, procura no situar el display a más de 80 centímetros: la distancia excesiva también puede provocar fatiga visual.
2. Cada 20 minutos, da un respiro a tus ojos durante 20 segundos
Tómate un descanso cada 20 minutos, mirando a un objeto lejano durante 20 segundos.
Si tienes cerca una ventana, mira hacia al exterior. Y si no hay ventanas, fija la vista en un objeto situado a un mínimo de 6 metros de distancia.
3. Ilumina suficientemente tu zona de trabajo u ocio
Cuando la pantalla es mucho más brillante que el entorno, aumenta la fatiga ocular y el riesgo de irritación. Ajusta la iluminación ambiental y evita a toda costa utilizar a oscuras cualquier tipo de pantalla luminosa.
4. Aumenta el contraste de la pantalla y disminuye el brillo
Seguro que ya sabes que el brillo excesivo de la pantalla es perjudicial para tus ojos. Pero quizá no sepas que aumentar el contraste es una medida eficaz para reducir el esfuerzo y la fatiga ocular.
5. Utiliza filtros de pantalla
Para evitar que tus ojos estén expuestos de forma continuada a la radiación luminosa, utiliza filtros de pantalla. Esto es especialmente importante en las pantallas de ordenador.
6. Si es preciso, usa lágrimas artificiales
Si a pesar de tomar las precauciones anteriores sigues notando que tus ojos se resecan, una solución paliativa es tener a mano un envase de lágrima artificial o viales individuales monodosis: cada hora aplica un par de gotitas de lágrima artificial en cada ojo.
Así tus ojos estarán bien lubricados y contrarrestarás los efectos negativos de la reducción de la frecuencia de parpadeo.