Que te rompan el corazón es una de las peores etapas que cualquier persona puede vivir en el amor. Para las mujeres, un corazón roto significa dolor, desmotivación y sufrimiento. Nadie está preparado para vivirlo y mucho menos para afrontarlo. Se necesita determinación, fuerza de voluntad y mucha disposición. Por ello, acá decimos con seguridad: ¡sí se puede sanar un corazón roto y aquí te lo enseñamos!
¿Cómo es posible sanar el corazón roto?
Queda claro que un corazón roto tiene mucha influencia en nuestra vida, marca un antes y un después en nuestras emociones y en la forma en que vemos al mundo. En todas las mujeres, al instante en que nuestro corazón se ha visto roto, el sentimiento de tristeza y soledad te invade y abruma ferozmente. El sentir un nudo en la garganta, asfixiarte o no tener fuerzas ni para levantarte de la cama, es más normal de lo que parece.
El dolor emocional es real, no tener energías es parte del proceso y sentirse lo peor del mudno también lo es. Es un proceso, que necesita su debido tiempo para sanar y del que no sabremos con certeza cuando saldremos, pero algo que sí podemos hacer, es trabajar en nosotros mismos. Por ello, algunas formas de sanar el corazón roto son las siguientes:
Sal de tu zona de confort
Quizás con tu pareja estuviste acostumbrado a realizar muchas actividades a su lado, repetirlas te llevaría a recordarlo y sentir de nuevo el dolor al vacío que tienes ahora. Por ello, salir de la zona de confort te abrirá a nuevas posibilidades de sentir nuevas emociones, de distraerte y de experimentar nuevas etapas de vida. Un corazón roto no se cura de la noche a la mañana, pero comenzar a hacer cosas nuevas y llenar el vacío dándote mayor alegría de atreverte o arriesgarte a lo desconocido, es una gran forma de reconstruir el amor propio.
Es normal no querer hacer nada e incluso, obligarse es una pésima decisión. Salir de la zona de confort también tiene su debido tiempo, es una dinámica nueva a la que debes adaptarte e irte involucrando a medida que vayas viendo un avance en la forma en que vez al mundo.
Ponernos al servicio de los demás
No se trata de hacer lo que otros quieran, sino hacerlo por voluntad propia. Trabajos de voluntariado y ayuda a los necesitados nos ayuda a sentirnos útiles, que marcamos la diferencia y ante ello, conseguimos una recompensa emocional. Es una forma de sentirnos humanos, de conectar con los otros sin esperar algo a cambio y de conocer de nuevo, el valor de los detalles.
Es una forma también de conectar con nuestro espíritu, de sentirnos una persona importante y querer explorar nuestra creatividad para ayudar a los demás. Así, lograremos reconectar con nuestro ser y también servirnos a nosotros mismos. Abrazamos al otro a través de nuestra alma y comenzamos a tener iniciativas que trascienden y que le dan un valor añadido a la vida. Sin duda, un corazón roto que conozca el mundo, es un corazón destinado a sanar y amar de nuevo sin límites.
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Pon en marcha tu creatividad
Hay muchas formas de drenar el dolor. Algunos lo hacen pintando, otros escribiendo, cantando e incluso entrenando. Hay muchas formas en las que podemos inspirarnos a drenar el corazón roto, en muchas ocasiones de esos espacios de drenaje suelen salir muchos buenos resultados. La creatividad puede traer consigo el descubriendo de una nueva pasión e incluso redescubrir tu vocación.
Déjate llevar, deja fluir las emociones en aquello que no considerabas normal antes en tu vida. Disfrutar y permitirse llevar es una de las mejores decisiones que se pueden tomar cuando de un corazón roto se habla.
Ir a terapia y aceptar las emociones
Hablar sana y hablar sobre lo que sentimos nos ayuda a mejorar. Con los profesionales muchas veces podemos conseguir respuestas a nuestros problemas, por ello, si hay algo que te impide poder avanzar, la terapia siempre estará para ti.
Es una forma de darle nombre y apellido a lo que sentimos, de no cerrarse y aprender a soltar. Quizás al inicio pueda ser incómodo, pero a medida que avance el tiempo será un proceso que agradecerás un montón. La terapia no es para locos, es para aquellos que están dispuestos a sanar sus heridas para conectar de nuevo consigo mismos y explorar el mundo con más ganas.
Aprender algo nuevo
Así como es necesario salir de la zona de confort, estar abiertos a aprender algo nuevo también será una gran decisión. Desde aprender otro idioma hasta aprender a reparar una computadora. Cada aprendizaje genera satisfacción para el corazón, es una forma agradable de generar dopamina para el cerebro por sentirse útil y que lo que hace está valiendo la pena.
Quizás al inicio puedas sentirte bloqueado, por lo abrumado de las emociones o sea poco fácil concentrarse, pero poco a poco irás avanzando. Si no te está gustando, lo abandonas, si vez que es lo tuyo, ¡continuas! Gustos hay para todos, no te cierres e inténtalo.
Conclusiones
Un corazón roto por sí solo dice mucho más que mil palabras, es algo que se ve en el brillo de los ojos pero que, con el tiempo, se cura. No tengas miedo de avanzar e incluso, no tengas miedo a que te rompan el corazón, a veces es lo mejor que puede pasar para dar paso a una mejor vida. ¿Alguna vez has tenido un corazón roto? ¿De qué forma crees que podríamos sanarlo? Deja tu respuesta en los comentarios.