¡Nuestro cuerpo, nuestro templo! Llega el invierno y para seguir luciendo una piel bella, debes comprobar que no te falte ninguno de tus productos de cuidado corporal.
El invierno es de las cuatro estaciones climáticas, la más fría, y se presenta después del otoño y antes de la primavera. Su característica principal, además del frío, es que experimentamos días más cortos y noches más largas.
La temperatura desciende a medida que nos vamos alejando más de la línea ecuatorial.
Aunque no todas las personas somos tan susceptibles al frío, existen quienes tienen pieles un poco más delicadas y requieren de cuidados extras y especiales.
Sin embargo, todas las personas debemos aplicar un cuidado corporal adecuado, y así evitar que las temperaturas extremas lleguen a causarnos daños en nuestra salud.
En Perfumerías Douglas podrás conseguir todos los productos necesarios para mantener una agradable rutina de cuidado corporal, para mantener una piel sana, bella y reluciente.
¿Qué es el cuidado corporal?
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, y el de mayor peso. Es lo que nos protege del medio externo.
Tiene como función principal la adaptación y el enlace entre el individuo y el ambiente.
Para una piel sana y saludable, es necesario mantener una alimentación balanceada y un cuidado corporal adecuado.
Los embates de las temperaturas extremas -frío y calor- que se presentan en las distintas estaciones -invierno y verano-, y la exposición continua sin protección, pueden llegar a causar daños irreversibles en nuestra piel.
El cuidado corporal es el conjunto de cuidados o atenciones que necesita nuestro cuerpo para mantener un estado saludable y de máxima vitalidad.
La limpieza, la higiene y el aseo son imprescindibles para el cuidado y la salud de nuestra piel.
¿Qué le ocurre a mi piel durante el invierno?
Las temperaturas extremas, si no se presta la debida atención y los cuidados preventivos, pueden llegar a causar daños considerables en nuestra piel.
Una de las cosas que debes saber, para poder aplicar y mantener un correcto cuidado corporal, es ¿Qué le ocurre a tu piel durante el invierno?
El frío hace que el proceso de circulación de la sangre se vuelva más lenta, lo que ocasiona deshidratación en la piel y una renovación pobre de las células cutáneas.
Por ello, es común que, durante el invierno, algunas personas tiendan a sufrir de: Eczemas, resequedad, sabañones, tirantez, picor, rojeces.
Y quienes padecen de alguna patología, como dermatitis atópica o psoriasis, pueden experimentar nuevos brotes o exacerbación de los síntomas.
Además, durante el invierno, ocurre que:
La piel luce menos brillante
Esto se debe a que los capilares sanguíneos de la piel se contraen, llevando menos oxígeno y nutrientes a las células cutáneas.
Disminuye la protección natural de la piel
Mientras mayor sea el frío, menor será la producción de grasa secretada por las células sebáceas.
Tenemos piel tensa y con picor
Como mencionamos en el punto anterior, hay una menor producción de grasa natural, lo que contribuye a que la humedad propia de la piel se evapore más fácilmente.
Esto hace que la piel pierda elasticidad, por lo que puede verse y sentirse seca y estirada, llegando a causar picor.
Se presente resequedad de la piel
A causa del frío, la piel se adelgaza en algunas zonas. Esto produce resequedad, inflamación y descamación.
Se acelera el envejecimiento de la piel
El frío altera la estructura del tejido de la piel.
La piel se reseca y produce una mayor cantidad de proteína MMP-1, que es la molécula vinculada a la aparición del envejecimiento cutáneo.
Y para intensificar estos “síntomas” tenemos los cambios de temperatura que experimentamos al pasar de un ambiente (interior) al otro (exterior).
¿Cómo debe ser el cuidado corporal durante el invierno?
Lo principal es sabiendo cómo afecta el invierno a tu piel ¡Ya lo sabemos!
Ahora veamos ¿cuál es el cuidado personal que debemos tener durante el invierno?
Aseo e higiene
Son necesarias las duchas, pero, deben ser breves y con agua templada. Además, lo ideal es que uses un gel de baño con pH neutro. Así ayudarás a conservar la capa de grasa natural de tu piel.
Hidratación
Luego de cada sesión de aseo e higiene, mantén la hidratación de tu piel. Incluso, si llegases a necesitar hacerlo varias veces al día, ¡hazlo! Tu piel lo agradecerá.
Recuerda, que la hidratación debe ser tanto interna, como externa. Así que no te olvides de consumir “suficiente agua”.
Protección especial a la piel expuesta
La cara y las manos, son, por lo general, las partes de nuestro cuerpo que se encuentran más expuestas. De hecho, son los primeros lugares en mostrar los signos de envejecimiento.
Es por esta razón, que estas zonas (manos y cara) deben tener un cuidado extra, y deben ser hidratadas con productos especializados y de forma continua.
Alimentación balanceada
Como bien lo dijo Hipócrates “Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”.
Para mantener una buena salud, que a su vez redundará en una sana apariencia, es necesario cuidar lo que comemos, y mantener una alimentación balanceada.
Basa tu alimentación en grasas, proteínas, vitaminas, minerales, carbohidratos y agua.
Mantener la temperatura corporal
Para evitar las lesiones que pueden atacarte durante el invierno, una de las normas que debes tener presente es mantener la temperatura corporal.
¿Cómo lo logras? Vistiendo ropas térmicas, guantes y calcetines de lana, gorros.
Es importante que los guantes y los calcetines sean de lana, así evitarás la aparición de los molestos sabañones.
Cuidado con el contacto directo de la piel con el radiador
Calentarnos muy cerca, tan cerca como tocar, la estufa o el radiador, puede causar problemas en la piel.
¿Por qué? Porque el contacto con el calor extremo produce, de una forma brusca, una vasodilatación.
En consecuencia, la aparición de las venitas, que resultan un poco antiestéticas.
Pero, también puede causar alteraciones vasculares mayores, las cuales pueden afectar las extremidades inferiores.
Otra consecuencia del calor, son las quemaduras de la piel.
Usa protector solar, fotoprotector o bloqueador solar
¿En invierno? Sí, en invierno también debes protegerte de la radiación ultravioleta. Especialmente, si practicas algún deporte o actividad al aire libre, ya que los rayos UV se reflejan, pudiendo causar quemaduras.
Recuerda, también, que si sufres de alguna patología dermatológica, como la psoriasis o piel atópica, la exposición a los cambios de temperaturas pueden afectarte más.
Esto podría ser con nuevos brotes, o que tus síntomas se agudicen. Así que es conveniente que tomes todas las medidas necesarias y acudas a tus debidos controles dermatológicos.
Para mantener una piel sana y reluciente, es necesario mantener un adecuado cuidado corporal y resguardarnos de las temperaturas extremas.
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