Más de una vez debéis haber escuchado acerca de las duchas vaginales. Tal como suena, se trata de hacer una limpieza dentro de vuestra vagina, hay quienes afirman que es maravilloso y otros que dicen que es lo peor de la higiene femenina. Los ginecólogos tienen bastante en contra y a favor de este producto. Por eso, os informaremos acerca de las duchas vaginales y la verdadera higiene femenina.
¿Qué son las duchas vaginales?
Su nombre lo dice todo, se trata de hacer una ducha dentro de la vagina con agua y otras mezclas de líquidos. Es muy usada entre mujeres que tengan entre 15 y 44 años, es muy fácil de encontrar en las farmacias y vienen en botellas o bolsas. Es un producto de higiene femenina que tiene forma de tubo junto a un pomo, que permite meter el líquido y hacer que este sea expulsado dentro de la vagina.
Está muy relacionado con las enfermedades e infecciones de transmisión sexual, con infecciones normales y la menstruación. Según algunas mujeres, dicen que es una ducha que las hace sentir más frescas en su intimidad, pero la verdad hacerse duchas vaginales puede cambiar la flora vaginal, el pH y tener graves consecuencias.
Entonces, al eliminar las bacterias de la vagina, aumentan las probabilidades de contraer vaginosis bacteriana, e incluso el riesgo de una ETS es mucho mayor. Hay mujeres que hacen sus propias mezclas caseras, con vinagre, bicarbonato e incluso yodo, compuestos que no son nada agradables para la piel íntima. Además, de que a la larga, puede traer consecuencias graves para la salud intima.
¿Para qué se usan las duchas vaginales?
Más allá de una simple ducha o limpieza del interior de vuestras vaginas, hay muchísimas más razones por las cuales se hacen. Hay una enorme desinformación respecto a este tema, pues muchas mujeres creen que si tomáis una ducha vaginal antes de tener sexo, podéis usarlo como un anticonceptivo. Negativo, las duchas vaginales, antes ni después del sexo, previenen un embarazo. La disminución de los restos de semen no es una garantía para que no quedéis embarazadas.
Además, tampoco previenen ni disminuyen la probabilidad de contraer una ETS ni ITS, al contrario, un uso frecuente de las duchas vaginales puede disminuir las bacterias fuertes de vuestra flora y exponeros a mayor riesgo. Las infecciones una vez estén dentro de vuestra vagina, no hay lavado vaginal que pueda eliminarlos. Solo un verdadero control médico podrá hacerlo.
Otras mujeres deciden usarlo para reducir el mal olor, con mezclas caseras o de otros productos puede que sí elimine el mal olor por algunas horas, pero puede incrementarlo en algunos días. El mal olor no es a causa de una vagina sucia, sino de una infección que va más allá de lo visible. Por último, hay mujeres que deciden usarlo después de su menstruación para eliminar los restos de sangre.
¿Tiene beneficios usar una ducha vaginal?
Si vuestra vagina es sana, no habéis tenido infecciones previas y seguís una muy buena higiene femenina, os aseguramos que tendréis más riesgos que beneficios. Aunque resulte extraño, solo en ocasiones excepcionales es indicado porque se sabe, que podrán traer algunos beneficios para el paciente.
Ya sea por una vulvovaginitis o cervicovaginitis, a veces el ácido y pH de las vaginas requiere de una ayuda interna para restaurarse y mantenerse. Sin embargo, son recomendadas si van a aplicarse óvulos en la vagina o si seguís un tratamiento que requiera de una limpieza exhaustiva. Aun así, mientras menos se pueda hacer uso de este producto, mejor es para muchos pacientes y ginecólogos.
De lo contrario, son escasos los beneficios que no sea una sensación de higiene o pureza vaginal. Hacerlo a diario puede causar irritación y sequedad, lo cual puede causar un crecimiento excesivo de bacterias malas.
¿Qué riesgos se corre con las duchas vaginales?
Muchos ginecólogos expertos le tienen pánico a indicar duchas vaginales. Si bien es cierto, hay organismos que lo han tomado bien, pero es la mayoría de las mujeres quienes sufren de las consecuencias íntimas. La vagina se auto limpia, tiene sus bacterias buenas y malas, necesarias para proteger todo lo que hay allí dentro. Sin embargo, todo cambio en la composición de las bacterias naturales, puede traer una mayor sensibilidad a una enorme propagación de bacterias y allí, contraer infecciones. Algunos de los mayores riesgos son:
- Cambio en la acidez, alteración del auto limpieza de los genitales femeninos.
- Hay más probabilidad de contraer vaginosis bacteriana.
- Hay mayor riesgo de contraer una ITS o ETS.
- No hay un equilibrio en la flora vaginal.
- Si ya existe una infección, la ducha puede provocar que la infección se esparza por los ovarios y útero.
- Puede causar enfermedad inflamatoria pélvica.
- Puede crear problemas de fertilidad.
Las duchas vaginales son contraindicadas por ginecólogos que saben muy bien cuáles son las consecuencias. Existen muchas alternativas con las que podéis tener una vagina sana y limpia. Los riesgos aumentan proporcionalmente mientras más uséis este producto. Además, si decidís hacerlo con mezclas caseras, es muy probable que el vinagre o bicarbonato sean ultra dañino para vuestro cuerpo. Afectan de tal forma que las consecuencias pueden causar graves problemas de la salud, incluso crónicos.
¿Qué se debe hacer para tener una adecuada higiene femenina?
Aunque a veces cueste reconocerlo, las duchas vaginales no serán la solución a vuestros problemas. Las vaginas se limpian por sí solas, tienen su propio proceso natural de bacterias y mucosa que permiten a la vagina hacerse cada vez más fuerte contra las enfermedades. Si tenéis un flujo color amarillo, verde o más abundante de lo normal, así como mal olor, ardor y picor, lo mejor es que vayáis a una consulta médica.
Si tenéis una vida sexual activa, siempre recordad usar preservativo. Cuando vayáis a ducharos no uséis jabones con olor ni mucho menos limpiéis dentro de vuestras vaginas. Siempre alrededor, en la vulva y si es posible usad siempre jabón íntimo. La piel íntima es hipersensible, por eso, hay ciertas recomendaciones para una higiene adecuada:
- Lavad con agua tibia. Esto aliviará dolores y si sufrís de alguna infección vaginal, usad jabones íntimos.
- Evitad el uso de tampones.
- No uséis toallas femeninas con fragancia.
- No duréis más de un día sin limpiar vuestra vagina, bañarse es ideal.
La vagina es vuestro tesoro y mejor amiga, debéis cuidarla con tanto amor y cariño como cualquier otra parte de vuestro cuerpo. La salud es primordial y si queréis llevar una vida saludable y una vida sexual activa y sin problemas, es indispensable que asistáis al ginecólogo. Todo aquello que creáis extraño, fuera de lugar o diferente a la cotidianidad de vuestra vagina, deberéis consultarlo, para así, poder tratarlo.
Conclusión
Nunca os auto mediquéis, aunque sea un producto de fácil adquisición en las farmacias, es mejor que consultéis primero antes de tomar la decisión. El ginecólogo es el experto, no creáis todos los beneficios de las duchas vaginales que leéis en internet. Todas las cuestiones íntimas son delicadas y así las debéis tratar siempre.
Si queréis una adecuada higiene intima, hay muchísimas alternativas que no os traerán consecuencias así de graves. La vagina es indispensable para hacer vuestras necesidades físicas, para disfrutar del placer y para procrear, es un órgano sagrado y que hay que cuidar muchísimo. ¿Habéis practicado algunas duchas vaginales antes? ¿Cómo fue vuestra experiencia? Dejadlo en los comentarios.